Reflexiones diarias sobre argumentos de espiritualidad y vida carmelitana, con incursiones en el mundo del arte y de la cultura

miércoles, 14 de septiembre de 2022

Estampas antiguas de la cruz


Durante siglos, en los monasterios se prepararon (y todavía lo hacen en algunos) estampas religiosas pintadas a mano y totalmente recortadas con un cuchillito afilado, apoyando el papel o pergamino sobre un trozo de cuero, de manera que se hacían incisiones caprichosas, como si fueran puntillas.

A veces eran dibujos grabados en blanco y negro, que se coloreaban a mano y recortaban por el diseño ya estampado. Eran trabajos tan delicados como las alas de las mariposas.

Hacia 1850, la imprenta parisina Bouasse-Lebel comenzó a imprimir estampas religiosas de este tipo. Al principio llegaron a un acuerdo con la cárcel para que los reclusos hicieran las incisiones, a cambio de un dinero pactado por cada estampa terminada. Con el pasar del tiempo, se inventaron máquinas especiales que sacaban las estampas con los "encajes" ya hechos. Al poder realizarlos con máquina, abarataron los costes y se hicieron muy populares, ganando muchos premios en ferias y exposiciones internacionales.

Hoy hay muchas de esas estampas en museos y colecciones particulares. Aquí recojo algunas.

En esta está escrito: "Flores del Calvario. La cruz es el regalo que Dios hace a sus amigos. Venerable cura de Ars".

En se representa la eucaristía rodeada de flores y unida a la cruz, y esta está escrito "La medida de nuestro amor tiene que ser amar sin medida. San Bernardo".

Aquí hay un corazón a los pies de la cruz y la inscripción: "Peguémonos a ella como la hiedra al árbol que la sostiene".

A la izquierda hay una serpiente (símbolo del demonio) y a la derecha una paloma (símbolo del alma), que exclama: "Junto a ella (la cruz) no tengo peligro".

En esta está escrito a mano: "Como testigo de mis pecados, yo solo veo a Jesús". Es una hermosa confesión de fe: Solo Jesús me juzgará y sé que lo hará con misericordia, porque ha muerto por mí en la cruz, por eso no tengo miedo.

El Niño Jesús está recogiendo con una regadera el agua que brota de la cruz, con la que riega las flores. En la estampa está escrito: "Vuestros corazones son jardines preciosos para Jesús. Él riega con las aguas vivas de su cruz los lirios que él mismo ha plantado".

A los pies de la Cruz está escrito: "Mujer, ahí tienes a tu hijo. Hijo, ahí tienes a tu madre".

Escrito a los pies del dibujo: "Este es el camino real de la cruz. La fe nos ilumina, la esperanza nos fortalece, la caridad nos atrae".

Escrito: "El camino de la Cruz conduce a la luz divina".

Interesante el texto, que dice: "Lección de la cruz. Solo se llega a la victoria pasando combates".

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