Las lecturas del tercer domingo de Pascua siguen presentando las apariciones de Jesús resucitado a sus discípulos. "Jesús se presentó en medio de ellos y les dijo: «Paz a vosotros»".
Jesús les dio paz y fortaleza, por lo que los discípulos se sintieron transformados y pasaron de la tristeza a la alegría, del miedo al valor, de estar escondidos a convertirse en anunciadores del evangelio.
También nosotros tenemos la oportunidad de encontrarnos con Jesús resucitado en cada eucaristía: él nos explica las Escrituras y parte para nosotros el Pan. A quienes lo acogen con sinceridad, también los transforma y renueva.
A partir de las explicaciones de Jesucristo, los discípulos empezaron a comprender las Escrituras y esto les ayudó a comprender mejor el misterio de Jesucristo.
Nosotros también queremos profundizar en nuestro conocimiento de Jesucristo y de las Escrituras, lo que va junto, ya que -como decía san Jerónimo- desconocer las Escrituras es desconocer a Cristo.
También nosotros tenemos la oportunidad de encontrarnos con Jesús resucitado en cada eucaristía: él nos explica las Escrituras y parte para nosotros el Pan. A quienes lo acogen con sinceridad, también los transforma y renueva.
A partir de las explicaciones de Jesucristo, los discípulos empezaron a comprender las Escrituras y esto les ayudó a comprender mejor el misterio de Jesucristo.
Nosotros también queremos profundizar en nuestro conocimiento de Jesucristo y de las Escrituras, lo que va junto, ya que -como decía san Jerónimo- desconocer las Escrituras es desconocer a Cristo.
Y no olvidemos sumar a ello el mandamiento del amor, con el que hemos de actuar en este mundo para permanecer en Cristo y proceder como él procedió. "Quien dice que lo conoce y no cumple sus mandamientos miente y no es sincero" (1 Jn 2,4). Qué el amor nos guie en todo momento.
ResponderEliminarLos discípulos, en la Resurrección, pasaron del miedo a la alegría. Pero, tras el encuentro con Jesús les llevó a seguirle en la realidad de sus vidas y de los demás. Por las Escrituras van aprendiendo lo que Jesús tenía que pasar. Y, así, instruidos, afrontan su misión, sin que les falte en ningún momento la Paz. Buen Tercer Domingo de Pascua.
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